La celebración que tenían programada los amantes de la natación en Riosucio para inaugurar el próximo 30 de septiembre la piscina semiolímpica que se está construyendo allí está en veremos.
La obra, de 3 mil 934 millones de pesos, y que debía estar terminada el 28 de marzo de 2024 va apenas por el 68.20% de avance, según la Secretaría de planeación y obra pública de Riosucio.
Los retrasos de la obra empezaron el pasado 19 de marzo, cuando se firmó la primera extensión del contrato de 4 que se han hecho. El más reciente definió el 30 de noviembre como la nueva fecha de entrega, es decir habrá que esperar dos meses más.
Hay varios detalles llamativos en este contrato cuyo objetivo es construir una piscina semiolímpica con sus áreas complementarias en una primera fase. El contrato se firmó el 28 de diciembre de 2023, día de los santos inocentes, y a tan solo 3 días de que se terminara la administración del alcalde de ese momento, Marlon Alexánder Tamayo Bustamante. El plazo para entregarla vencía el 28 de marzo de 2024. Solo tres meses para hacer una piscina semiolímpica.

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Se hizo licitación pública (un proceso de contratación al que se pueden presentar varios proponentes con el fin de escoger la mejor propuesta), pero solo el consorcio OZJ, representado legalmente por Camilo Zuluaga Cardona, manifestó el interés de participar en dicho proceso. Es decir, no hubo de dónde escoger.
Los 3 mil millones para la obra son del Sistema General de Regalías ( sistema de coordinación entre las entidades territoriales y el gobierno nacional para definir la distribución, objetivos y uso eficiente de los ingresos provenientes de la explotación de los recursos naturales no renovables).
La Secretaría de Planeación y obra pública indicó que hasta ahora se han hecho tres pagos parciales por mil 427 millones.
En el top 5 de las inversiones más costosas de Caldas
No estamos hablando de una obra menor, esta piscina ocupó el cuarto lugar en el Top 5 de las inversiones más costosas de Caldas en los últimos cuatro años que publicamos en agosto pasado. Es decir, fue la obra de infraestructura de mayor inversión en el periodo 2020-2023 en Riosucio.
El primer puesto de este top lo tiene el Malecón de La Dorada, un proyecto turístico que cuesta 9 mil 902 millones de pesos y que también ha tenido retrasos.
El top 5 lo completan Marquetalia, Filadelfia y Marmato. Las obras de mayor inversión oscilan entre los 3 mil 100 millones y los 9 mil millones de pesos.
Además, esta obra es considerada como uno de los principales logros de la gestión del exalcalde Marlon Alexánder Tamayo Bustamante, periodo en el que se contrató la obra.
Las preocupaciones de la veeduría
Ante el cierre de la piscina que había en Riosucio conocida como Ecoparque varios aficionados a la natación reunidos en un grupo que se conocía con el nombre de “Nadar es mi cuento” solicitaron a la administración municipal la construcción de una piscina de 25 m x 12.5 m x 1.60 m que conservara las características y prestará los servicios de la que habían cerrado.
En una rueda de prensa realizada el marzo pasado Santiago Saldarriaga Villada, entonces secretario de Planeación y obras de Riosucio, explicó que la piscina que se está construyendo tiene 25 X 25 metros y una profundidad de 2 metros e incluye obras complementarias como cerramiento y camerinos. Añadió además que la segunda etapa del proyecto contempla la construcción de una piscina más pequeña.

“Oficialmente el grupo no fue informado de la gestión que realizó la alcaldía en representación del señor Marlon Alexander Tamayo Bustamante en cuanto a la licitación y entrega del contrato; solo hasta el 7 de marzo de 2024 el grupo se entera de que ya habían iniciado la obra, lo que motiva a que el 9 de marzo de 2024 se conforme la veeduría ciudadana”, dice en un informe de la veeduría, que se creó oficialmente en ese momento con el nombre de Piscina Riosucio.
La veeduría considera que en Riosucio no hay un semillero de natación para competencia profesional que amerite las características técnicas de la piscina que se está construyendo, y temen que, precisamente por el tamaño y la profundidad de la nueva no se puedan dictar clases de natación. Es decir, que se desaproveche la inversión porque no serviría ni para lo competitivo ni para lo recreativo.
También hay dudas sobre si las dimensiones de la piscina son verdaderamente técnicas y sobre la real necesidad de una calefacción que está incluida en el contrato de obra. Les preocupa además que la piscina quede sin los separadores de carriles, los cronómetros digitales y los despachadores, elementos técnicos necesarios para las competencias.
A la veeduría también le preocupa el presupuesto para el mantenimiento de la piscina, lo que según la actual administración municipal, se encuentra en estudio “puesto que la administración del periodo 2020-2023 no lo dejó definido”, aseguraron en la respuesta a un derecho de petición.
Por último, sienten que la administración municipal no ha tenido en cuenta las observaciones que se han hecho al proyecto.

No hubo una correcta planeación
José Germán Alzate Salazar, secretario de planeación y obra pública de Riosucio, aseguró que el plazo inicial de tres meses para hacer la obra “fue un plazo muy corto para la ejecución teniendo en cuenta la magnitud del proyecto” y añadió que “las actividades planteadas no correspondían a la realidad y necesidad de la obra para que quedara funcional”, lo que ha generado cambios que han sido la razón de los retratos.
Sobre los despachadores y los separadores de carriles Alzate Salazar indicó que esos elementos no están incluidos en la formulación inicial del proyecto y que representan un sobrecosto, por lo que no los instalarán por ahora.
“Esta administración se ha caracterizado por ser de puertas abiertas y por escuchar a la comunidad y a diferentes sectores. La veeduría está invitada a cada comité de obra, que se realiza semanalmente, y ha participado en la mayoría de los 26 comités realizados hasta la fecha. Además, se ha respondido a cada una de las solicitudes e inquietudes realizadas por este grupo”, aseguró Alzate Salazar sobre la queja de la veeduría de que no los han escuchado.
Los amantes de la natación en Riosucio esperan que la obra se termine pronto, pero también que no se convierta en un elefante blanco que nadie utiliza, pues consideran que una piscina de dos metros de profundidad no es apta para lo recreativo ni para el aprendizaje (es muy profunda para alguien que apenas está aprendiendo a nadar) y si no queda con los elementos técnicos necesarios para competencias, tampoco se va a utilizar para eso.
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